miércoles, 23 de septiembre de 2009

Las webs se convierten en el vehículo para promover las viviendas chollo

¿Existen de verdad los chollos inmobiliarios? Muchos compradores particulares dudan sobre el actual valor real de las viviendas y creen que el margen de rebajas puede rozar lo disparatado, por lo que fuerzan la negociación. «Pero la cuerda se empieza a romper» y algunos se encuentran con que por apretar han acabado perdiendo un piso que al final se ha llevado otro, explicó ayer Joan Ollé, presidente del colegio de API de Barcelona.

Las webs inmobiliarias se han convertido en las mejores emisoras de las ofertas: cada día envían correos electrónicos a los compradores inscritos anunciándoles los recortes más atractivos. Un piso en la zona alta puede costar 200.000 euros menos que hace unos meses. Y las rebajas de pisos de tipo medio (en torno a los 300.000 euros) sufren fácilmente ajustes del 10% al 25%, según las prisas.

Fernando Encinar, ejecutivo del portal idealista.com, considera que si un vendedor quiere vender sin pasarse meses teniendo el piso en oferta, y sin «quemarlo» por un precio de salida excesivo, debe «tasarlo de acuerdo al mercado y rebajarlo un 20%».
Esta web constata que en dos años los pisos de sus anuncios de Barcelona han bajado un 16% sobre los precios ofrecidos, aunque estos pueden estar alejados de lo que el vendedor acaba aceptando, una vez que negocia la transacción final con el cliente en privado.

Como reflejan los ejemplos anexos, los recortes son una constante, hasta llegar al caso de encontrar pisos a 120.000 euros, impensables hace dos años, o de localizar propuestas que están a la mitad de precio de la media en la zona. Esta guerra, a la que se han tenido que aferrar propietarios endeudados o con prisas, ha hecho que los API ya constaten la reaparición en escena de «inversores españoles y extranjeros», sobre todo en Ciutat Vella, explica Ollé.

Los API asumen que «todavía hay pisos sobrevalorados», pero observan que los casos de precios por debajo de mercado son una constante. En otros casos, en cambio, el vendedor prefiere esperar a ver qué pasa y opta por alquilar la vivienda temporalmente. Esto ha hecho que los contratos de alquileres hayan crecido un 25% con respecto al año pasado, y que los precios se hayan reducido, al existir mucha más oferta, según indican.

Como ya avanzó este diario, la mítica cifra de los 240.000 euros para encontrar algo decente en Barcelona, en el 2007, ya es historia. Por el momento.


Fuente: http://www.elperiodico.com

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